El 16 de marzo de 2002, en el Aniversario del nacimiento del Cura Brochero, escribe esta oración en su cuaderno espiritual:
«Hoy naciste Cura Brochero. Pedí el regalo de cumpleaños, la curación de Tomás. Acompaña en este día y en su vida sacerdotal a Carlos y Jorge. Enseñame a bajar la cabeza y a bancarme las humillaciones. Si este año tampoco soy digno de confianza por algo será; enseñame a ser libre siempre, a decir lo que pienso… Y dominio de mi temperamento frente a lo que me parece mal. Tal vez no lo sea tanto. Dame también tu sentido común, tu celo apostólico y que yo también pueda ser un santo como vos. Insisto, enseñame a aceptar y a abrazar las cruces de cada momento, otra vez, no te olvides de Tomás. Gracias por todo y si te acordás pedí también por mi salud».